¿Cuándo es el momento de alcanzar la plenitud? - Estela Salinas

¿Cuándo es el momento de alcanzar la plenitud?


Se habla de la inmadurez de los 20, de la crisis de los 30, del famoso “last chance” (última oportunidad) a los 40… Quítate esas ideas de la cabeza. Siempre, SIEMPRE, es posible reinventarse, a cualquier edad; replantearte tu profesión con base en las razones correctas y redescubrir una profunda pasión por lo que haces (cosa que casi nunca sucede, ya que el renglón económico siempre forma parte de la decisión). ¿Qué tal cambiar de profesión, emprender, modificar tu estilo de vida, hábitos…? Todo es factible si tienes claro lo que quieres y si estás dispuesto a pagar el precio. 

Algo sano y que siempre recomendaré es que, de forma regular, te hagas estas preguntas: Esto que hago ahora, ¿me hace feliz?, ¿amo mi día a día?, ¿me entusiasma realmente lo que hago?, ¿me ilusiona crecer y tener un mayor éxito? ¿O sólo estoy “aquí” por el resultado económico?

¿Te has sentido frustrado al ver que no has conseguido lo que buscabas?, ¿que tal vez el matrimonio no era lo que pensabas? ¿Te has cuestionado si realmente te emociona tener un hijo? Necesitas cuestionarte continuamente para no caer en la presión social de lo que “debes hacer”, lo que hace felices a las personas, en que “ya te llegó la hora” de una cosa u otra, en fin.

Es importante que realmente hagas un análisis profundo de las pequeñas y grandes cosas que te hacen sentir feliz y pleno. Piensa si llevas tu vida a través de metas a corto, mediano y largo plazo, o si tal vez la vida te lleva a empujones a ti, hasta encontrarte en lugares donde nunca pensaste que podrías estar.

Lo cierto es que la vida se va muy rápido, puede cambiar de un día a otro y debemos entender que no estamos aquí para trabajar por 40 años y que al final, ni siquiera te alcance para vivir. Probablemente has estado haciendo lo mismo todos los días y has llegado al punto de hartazgo y frustración al que invariablemente, conduce la rutina.

La vida es un parque de diversiones donde venimos a experimentar y a vivir todo lo que se nos antoje vivir. Mientras unos se arriesgan y cambian de profesión o de trabajo, es decir, se suben a “un juego distinto”, otros se quedan en la rueda de la fortuna (que tiene todo, menos fortuna) dando vueltas y vueltas 40 años de su vida.

¿Es eso justo para ti?, ¿para tu espíritu? ¿Es inteligente siquiera? A menos que te encante y te haga profundamente feliz, NO.

¡La vida es un buffet! ¿Te vas a servir lo mismo toda tu vida? ¿Cómo saber si algo podría gustarte más si no te atreves a probarlo? 

Te llenaste ya de “responsabilidades” y crees que no puedes hacer algo más. Seguro piensas “¿cómo podría arriesgarme, si tengo una familia que mantener?

Pues para eso existen la diversificación y el manejo del tiempo. Todo en la vida es cuestión de prioridades. Tú puedes hacer muchísimo con el tiempo no productivo.

Nos quejemos de la falta de tiempo, pero eso no es verdad.

Yo te digo: ¡tómate el tiempo -valga la redundancia- de tomar un curso de manejo de tiempo! Verás cómo sí es posible. Otra queja constante es “no tengo dinero”. A mí siempre me ha preocupado más la falta de tiempo, porque sin éste, no puedes hacer ni dinero ni nada.

Lo primero será definir qué quieres, qué necesitas, qué te urge cambiar en tu vida. Acto seguido, tomar la decisión. Ese día, en ese preciso momento, todo cambia.

Puedes hacerlo durmiendo una hora menos o priorizando lo que no puedes dejar de hacer. Tal vez tendrás que olvidarte por un rato de descansar los fines de semana, para construir en esos días, tu proyecto de vida. 

Algunos encuentran su camino a temprana edad, otros han despegado después de los 50 años.

Lo importante es DECIDIR qué quieres y para cuando lo quieres. Hacer un plan de acción y hacer de ese plan, una prioridad.

¿Sabes que lo único que quita el miedo, es la acción? No importa qué decidas emprender, pero toma acción inmediata ¡YA! 

Lao Tze decía “Un viaje de mil millas, comienza con un primer paso” 

Piensa, ¿qué es para ti el éxito? ¿Es eso lo que estás buscando?

Existe una historia de dos mendigos, uno le dice al otro, “me siento realizado y exitoso”. El otro responde, “¿de qué hablas, si somos dos mendigos?” Dice el primero “yo siempre quise ser mendigo”.

Recuerda una cosa: el éxito es la realización progresiva de un sueño. ¿Qué sueño? ¡EL TUYO! EL QUE TE HACE PLENO Y FELIZ A TI Y SÓLO A TI.

Uno de los problemas más grandes que necesitamos tomar en cuenta, es que parte de nuestras circunstancias actuales, esas que no nos gustan, son consecuencia de cumplir con lo establecido, con las expectativas de otros. Así es como acabamos haciendo lo mismo que la mayoría. Tristemente, no nos damos cuenta de que, si queremos vivir una vida poco común, debemos dejar de hacer lo que hace la mayoría, lo que piensa la mayoría y lo que vive día a día la mayoría.

Ser exitoso y feliz no es un espacio estático. Es crecer cada unos de los días de tu vida, es tener la absoluta certeza de las cosas que te dan paz, ya sea tener una propiedad, lograr éxito profesional o una familia con quien compartirlo. Debes tomar conciencia de que eres importante para algunas personas, mas no indispensable. Ser exitoso y feliz es disfrutar cada día y hacer lo que te gusta con tus personas favoritas. 

Cuando amas lo que haces, es casi imposible no tener éxito. 

Cuando sirves y ayudas, es casi imposible no ser feliz. 

Y si algún día, por la razón que sea, sientes una profunda tristeza o te encuentras sumido en una oscura depresión, ¡busca! Sal a la calle y busca un ser humano necesitado. Acércate, invítalo a comer. Cada uno de nosotros somos un universo completo y de cada ser humano se puede aprender algo. 

Ayuda y todo tomará una proporción distinta. Agradece desde que abras los ojos y la luz con la que se vestirá tu día, será distinta.

Tengo toda mi vida dedicada a las redes de mercadeo. He contado con una economía saludable, y lo más importante, he manejado mi tiempo a mi gusto y placer. Sin horarios y sin jefes. Sin mayor tarea que la que yo misma me impongo.

Me he sentido inconforme siempre con los resultados. Siempre he pensado que eliminar intermediarios es una idea extraordinaria. Pero muy pocas personas terminan siendo los ricos o los de resultados exitosos. 

Hace unos años tomé la decisión de formar mi propia empresa, cansada de ver que sólo unos pocos alcanzaban la gloria y frustrada de comprobar que el 80% de las personas, se iban antes de cuatro meses. 

Me ha tomado varios años descubrir cómo hacer que esto funcione para la mayoría. 

En el camino tuve muchas tentaciones. Recuerdo vívidamente cuando le dije a mi equipo: “necesitan estar tan absolutamente comprometidos con su sueño, que aunque les ofrezcan un millón de dólares por claudicar, no duden en rechazar la oferta.” A mí me lo acababan de ofrecer y ni por un instante dudé.

Hoy estoy a unas semanas de ver cristalizado ese sueño y sólo puedo decirles que cada golpe, cada tropiezo y las horas de trabajo extenuante, han valido la pena. Que el miedo a lo desconocido y el temor a perderme ante tantos retos, fueron mis compañeros en este camino. Pero la fuerza de la experiencia y el deseo de hacer la diferencia, me han traído hasta este lugar y este día en que les escribo.

Me siento llena de vida, con altísimas expectativas, pero con la absoluta certeza de que, cuando haces lo que te apasiona en la vida, Dios se manifiesta y te abre los caminos, porque Él sabe que el motor de esa pasión, es ayudar a otros seres humanos a tener una vida mejor.

Sal de tu zona de confort.

¡Atrévete a soñar en grande!

Diversifica y has de tu tiempo, algo mucho mejor.

Acompáñame en esta aventura en la que, juntos, haremos que miles de familias mexicanas descubran su potencial, trabajen en su autoconocimiento, definan sus objetivos y trabajen incansablemente por cumplir su misión en la vida. Como consecuencia, lograrán una economía que hoy ni siquiera pueden imaginar. 

Despertemos los corazones y los sueños dormidos de tantos y seamos felices y plenos en el proceso. 


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Soy Estela Salinas

Mi sueño es trabajar de la mano de un grupo organizado de personas, que compartan conmigo el sueño de cambiar el inconsciente colectivo de México. Descubriendo juntos que somos capaces de mucho más de lo que creemos, y así cristalizar todo lo que nos permitamos soñar a través de transformarnos y crecer como individuos.

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